Ciudad de México, 4 de julio (SinEmbargo).-Un trío de especialistas de la Universidad Iberoamericana montó el taller “Exploradores de Comida” con el fin de impulsar un modelo que mejore la cultura nutricional de las comunidades en México, a partir del estudio de las causas que provocan problemas de sobrepeso y obesidad en la niñez mexicana.
En México uno de cada tres niños presentan sobrepeso u obesidad y sufrirá diabetes en su vida, si nació a partir de 2010.
“La idea era hacer algo vivencial, basado en conclusiones que hemos visto en el terreno sobre por qué muchos niños padecen de desnutrición, sobrepeso y obesidad, y que pueda ser replicado y adaptado por otras personas que trabajen el tema”, dijo la nutrióloga María del Carmen Mena Rangel, una de las dirigentes de este taller.
Hace dos años que la universidad inició esta clase de trabajos con familias de la comunidad de Santa Fe a través de la Casa Meneses, una asociación civil que tiene sede en la localidad y en la que se gestan diversos proyectos de nutrición.
La puesta en práctica de dos proyectos de nutricionales previos, incluso con resultados satisfactorios en España, llamados “Niños en movimiento” y “Ser feliz a través de la comida” derivó en una serie de conclusiones a la hora de se retomadas por las familias mexicanas.
“Nos dimos cuenta que era importante trabajar con los padres, porque es difícil que un niño pueda decidir sobre qué come o no. Por lo que desarrollamos un programa dirigido a los padres o personas que trabajen con ellos”, detalló la antropóloga Adina Radosh Sverdlin.
Así surgió un manual que posteriormente se convirtió en taller, y que contó con el apoyo, principalmente, del Fomento de Investigación y Cultura Superior (FICSAC), y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
Exploradores de Comida condensa en 14 puntos, una serie de sesiones que tienen como finalidad mejorar la calidad de la alimentación de las familias.
El desarrollo de este manual consideró el fenómeno de las enfermedades nutricionales en la niñez como multicausal, por lo que al momento de su realización se tomaron en cuenta los factores económico y emocional.
“Hay familias donde los padres trabajan doble turno. No es que no sepan qué es mejor para comer, pero el trabajo sumado a otros obstáculos va permeando la posibilidad de cocinar algo más nutritivo”, dijo Radosh.
Otra de las conclusiones en las que se basaron para desarrollar el taller fue que a partir del trabajo de campo concluyeron que los niños más vulnerables a tener problemas nutricionales, suelen ser los más desprotegidos emocionalmente.
“Encontramos niños tristes, en parte porque se la pasaban solos, ya que sus padres tenían que trabajar”, añadió Mena.
El departamento de Salud de la Universidad Iberoamericana lanzó una convocatoria a trabajadores, tanto del sector privado como público, que tuvieran oportunidad de replicar el modelo del manual Exploradores de Comida en otros espacios.
VER ADEMÁS: La cultura de la comida como arma contra la obesidad
Ericka Ileana Escalante Izeta trabaja en la carrera de nutrición de la universidad e ideó la estructuración del taller a partir del diagnóstico hecho en la comunidad de Santa Fe.
En el Distrito Federal la obesidad asciende a 34.5 por ciento de acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut 2012)
“Aquí enseñamos con actividades y de forma intensiva las 14 sesiones que contiene nuestro manual. La forma en la que opera la sociedad en la actualidad ha modificado la dinámica familiar, así como la forma en la cual las personas se relacionan con la comida”, dijo la experta que lidera este proyecto.
Asimismo, la propuesta del libro intentó recuperar recetas y modos de preparación que se remontan a los periodos prehispánico y colonial.
Gema Cruz, una de las participantes de este taller, quien también es miembro de un grupo de tradición Tezcatlipocatl con sede en Tlalpan, dijo a SinEmbargo: “Me gusta esta parte de la comida mexicana y proponer cosas que yo puedo usar. Porque se relaciona mucho con lo que nosotros hacemos. Yo pienso implementar sobre todo las actividades, este manual me da esa apertura”, dijo.
Datos del plan contra la obesidad en la niñez, concertado por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) el año pasado, reconocen a la obesidad infantil como un reto global y urgente.
La prevalencia de la obesidad aumentó a nivel mundial un 47 por ciento entre 1980 y 2013.
“La obesidad en la infancia es una condición compleja e incrementa el riesgo de los niños a tener efectos psicológicos, complicaciones gastrointestinales, enfermedades cardiovasculares y diabetes”, refirió dicho plan.
